TERAPIA DE INTERACCIÓN RECÍRPOCA
Es una Terapia de Tiempo Limitado que utiliza conceptos y fundamentos de las terapias psicoanalíticas, cognitivas, estratégicas, sistémicas e interpersonales.
El éxito de esta terapia se debe al vínculo terapéutico que se establece entre paciente- terapeuta principalmente (desde una admiración incondicional recíproca, respeto mutuo, colaboración, confianza y credibilidad) y a las técnicas y elementos propios empleados para llegar a la emoción (técnicas hipnóticas M.C.I. entre otras)
“La emoción decide y la razón justifica”
La TIR induce de forma habitual estados hipnóticos en el/la paciente para trabajar emocionalmente.
Muchos de los problemas psicológicos provienen de las relaciones establecidas con las personas referenciales básicas (normalmente familiares). En ellas, pueden haberse generado una serie de carencias y esquemas emocionales distorsionados que han llevado a la persona a no poder elaborar todos sus deseos o necesidades esenciales, generándole sufrimiento.
Con la compañía del/la terapeuta, la persona tiene una segunda oportunidad para ir elaborando esos deseos y necesidades. De ese modo, restablece sus esquemas emocionales y por tanto su funcionamiento psicológico de un modo sano y saludable.
Con esta terapia se encuentran los sucesos traumáticos para la persona, se trabaja sobre ellos desde la seguridad del paciente a través de la hipnosis clínica y la disociación. Se genera un desencuadre y desplazamiento del trauma o conflicto básico para que la persona comience a vivir un ahora satisfactorio.
¿QUÉ SE PUEDE TRATAR CON T.I.R?
Los trastornos en los que se ha intervenido con éxito (sustentado sobre una alta experimentación) frente a otros modelos terapéuticos son: trastornos de ansiedad, trastornos afectivos, trastornos psicosomáticos, trastornos del comportamiento alimentario, dolor e intervención en quirófano.
El modelo terapéutico puede y tiene numerosos recursos para intervenir en otros cuadros como son el consumo de sustancias, los problemas de pareja, trastornos sexuales…
No obstante, en la T.I.R, en el momento de investigar, publicar o relacionar informes con otros/as terapeutas seguimos los criterios diagnósticos del DSM. Pero en la práctica clínica nos ocupamos de la persona y de su problema, raramente le ponemos una etiqueta diagnóstica y raramente acoplamos un tratamiento a esa etiqueta.
Nos preocupa más como la persona mantiene el problema que la causa subyacente, interesándonos por el pasado, donde están grabados los intentos de solución, frustraciones respectivas al problema, relaciones interpersonales que han ido modelando el punto de vista de la realidad del sujeto y sus posteriores implicaciones en su forma de actuar y la capacidad del sujeto para hacer consciente material inconsciente para que pueda utilizarlo para una mejor adaptación a su realidad actual.
Trabajamos con la persona en su globalidad y no con la etiqueta del trastorno al que más se parece su problemática